viernes, 30 de agosto de 2013

Por primera vez entendí lo del sexo telefónico.

He estado de vacaciones dos semanas, por Galicia. Estando sentado en una terraza, viendo pasar a las chicas, jóvenes, guapas, con esos shorts que realzan sus bonitas piernas me acordé de mi amiga Silvia y que a ella le gustaban también las mujeres. Cogí mi "Smart phone" y publiqué un mensaje que decía

BUSCAMOS MUJER PARA TRIO RELAJADO
Somos pareja de 25 y 49. Buscamos chica para hacer un trio. sin prisas. tenemos sitio discreto. Tenemos experiencia. Somos liberales educados discretos y limpios. si quieres disfrutar como nunca wasap x. x. x. x. x. x. x. x. x. Lo hacemos por placer y morbo. No hay dinero. . Edad 25

La idea era wasear un poco y encontrar a alguien que le interesara. Pero en vez de eso, me llamó una chica con voz peninsular. Lo de peninsular lo digo porque yo soy canario, y ella me habló con una voz suave y bajita diciendo "hola llamo por lo del anuncio".
Me cogió de improviso y sentado en la recepción del hotel. No sabía que decir, y comencé a explicarle donde teníamos el piso.

Ella me dijo que estaba de vacaciones en las Palmas, y que se alojaba en un hotel de la playa de las Canteras. Que se volvía a la península el día primero de septiembre.
A todo esto, estaba rodeado de gente, en la recepción del hotel. No podía hablar ni contestar a las preguntas que me hacía con aquella voz que me ponía y me ponía.
Empecé a hacer planes mentales de como recogerla, o de como ir a su hotel. Su  hotel me parecía mas morboso. Si... Si.., a la vez, hablaba con ella, intentando parecer que estaba tranquilo. Pero no, no estaba tranquilo.
No se si porque llevaba varios días si follar, ni pajearme, pero me estaba poniendo palo.


Le dije, que estaba en la recepción del hotel, que si podía colgar, para subir a mi habitación, y llamarla. Ella dijo Si.
Subí a la habitación, no atinaba a meter la tarjeta. En un impulso, me quite la ropa, me puse delante del espejo, y la llamé.
Le dije, "Ya estoy aquí" y me agarré la polla. Empecé a decirle lo que le pensaba hacer cuando la cogiera. Como se la iba a meter mientras Silvia le comiera el coño. Ella empezó a gemir, y me di cuenta que se estaba tocando. Me hacía preguntas de como tenía la polla, de como tenía Silvia el coño.
Fue todo muy rápido. Le dije que estaba tocando una paja delante del espejo. Y ella gemía. Comencé a decirle guarradas, que la verdad yo nunca había dicho, pero me salían solas. Yo creo que era porque su voz se prestaba a ello. Cuando ya estaba a punto me dijo "córrete! córrete!" y así lo hice.
Por primera vez entendí lo del sexo telefónico.


Fueron unos pocos minutos de intensa  adrenalina. Me quedé como cuando vas al futbol e insultas al arbitro.
Ella se despidió diciendo "lo vamos a pasar muy bien los tres pasado mañana"

Bueno, pero como todo cuento, este, aunque real como la vida misma, tiene una moraleja.
La chica con voz peninsular no estaba en el hotel de Las Palmas. De hecho no creo que estuviese en ningún hotel.

Al día siguiente la llamé para contactar con ella y sale el buzón. Lo intenté varias veces pero siempre estaba activado el dichoso buzón. Tras un par de días, me di cuenta que aquella chica me usó como un consolador verbal para su momento de excitación.
Al principio me llevé una desilusión, pero luego pensé en como disfruté de la situación y me dije,

!Que me quiten lo bailado!

No hay comentarios:

Publicar un comentario